Hay retos que llenan de vida, que ofrecen la posibilidad de crecer y entender mejor el juego de la vida en la viña y nos enseñan el valor de la paciencia y la perseverancia.
Marqués de Burgos es un proyecto nacido en el corazón de la Ribera del Duero, que desde el primer día nos ha permitido crecer en conocimientos y experiencias ligadas al viñedo.
Primero nació el Marqués de Burgos Roble, elaborado con una fruta sana y franca, que unida a un leve paso por barricas le hacía crecer en complejidad y calidad de sensaciones. Aprendimos con él a seleccionar las fincas, a trabajar en su viña, a conocer sus suelos y también sus cielos. A trabajar con las maderas, a domar la bravura de la excelente fruta.
Fuimos seleccionando y mimando el viñedo, estudiamos los beneficios de los laboreos manuales, descubriendo las virtudes de los viñedos viejos, y nació el Marqués de Burgos Crianza, con excelente estructura y complejidad.
Algunas de esas barricas de roble francés crecían llenas de vida, evolucionando con mayor lentitud. Aprendimos a tener paciencia, las dejamos creer a su ritmo y se llenaron de vida con el fruto de las parcelas más viejas. Con el tiempo vimos que 8000 cepas proporcionaban la fruta perfecta para reflejar el carácter de tres minúsculas parcelas de la zona de Quintana del Pidio: Santa Centolla, Carracabañes y Santa Ana que apenas suman 1,7 hectáreas.
Así nació 8000 de Marqués de Burgos, reflejo de la tierra y de la selección de viñedos viejos, un viaje vital del que comenzó hace años y que ha dado como fruto un vino singular de gran elegancia y madurez.
El vino se muestra con un color picota muy intenso, profundo, casi opaco. Aromas muy penetrantes y de gran complejidad.
8000 cepas de la Ribera del Duero han hecho posible que este sueño sea realidad.
#8000MarquesdeBurgos.